PRUDENCIA
La prudencia
es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los efectos que pueden
producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar
correcto en cualquier circunstancia.
El valor de
la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que
nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más nos cuesta trabajo es
reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia; la gran mayoría de
nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las personas o
formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una
percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada
información.
El ser prudente
no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario ha tenido la
habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe
rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.
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